Fotocopia - Facu Soto - Paisanita Editora

No quería ir, pero mami me obligó. Me puso
la campera de prepo y me abrió la puerta.
Caminé hasta el subte. Estaba enojada. Ella no
me quiso acompañar. El subte no venía nunca.
Me puse a escuchar música. Cuando llegué
papi no me fue a buscar. Le mandé un
mensajito y lo vi que cruzaba la calle. Venía del
bar, donde estaba desayunando con Julián.
Leían los diarios y yo me aburría. Él quería
que yo leyera algo, pero a mí me aburre leer.
Odio leer, y él siempre me hace regalitos y yo
ya sé que son: libros, libros, libros. Siempre me
regala lo mismo”.